lunes, 19 de noviembre de 2007

LO QUE NO MATA, FORTALECE

Interminable. Inagotable. Incansable. Inoxidable... Y la lista de adjetivos puede seguir y seguir para Marcelo Salas. Como su carrera, que a pesar de los 32 años, lejos está del ocaso. Y lo demostró una vez más. Con un doblete en la esquiva tierra charrúa. Con dos goles que le devolvieron las esperanzas a un equipo que estaba apagadísimo. Con dos gritos que lo ponen a uno de Hernán Crespo (19 a 18), máximo goleador en Eliminatorias sudamericanas. Y eso que en el primer semestre del año no jugó por disputas con el síndico de la U. de Chile...

Salas no venía teniendo una buena tarde, como el resto del equipo. La sólida defensa uruguaya, más las imprecisiones en ofensiva, lo marcaban como uno de los responsables del mal funcionamiento de los de Bielsa. Es cierto, la bola no le llegó demasiado, pero cuando le llegó, hizo poco. Hasta que vino el centro del ingresado Villanueva, desde la izquierda, para que el ex River hiciera un gol de su factura: anticipo, palomita y adentro. Y 1-1 transitorio. Había más... A Marcelo no le importó que Pezzotta le haya regalado un penal a Chile. El agarró la pelota, la acomodó y la clavó. Nada pudo hacer Carini. Todo hizo Salas para el resultado, y ni el 2-2 final opaca su aporte a la causa.

"Valoramos su pasado, pero está por su presente", explicó Marcelo Bielsa el motivo de la banca y de la capitanía de la Roja. Un presente que lo tiene vigente: es el máximo goleador de la Roja, con 37. "Soy muy autocrítico, cuando no pueda daré un paso al costado sin que me lo digan", tiró Salas. Eso puede esperar, porque todavía está intacto.




(Fuente: "Diario Ole" de Argentina)

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