martes, 2 de mayo de 2000

MARCELO SALAS MIRA DE LEJOS

En la disputa por el título, donde la Lazio acecha a la Juve, el chileno está en una posición distante. Además de ser suplente, los rumores sobre un eventual traspaso, lo tienen más preocupado del futuro fuera del club que del presente en Roma. Ayer, Massimo Cragnotti insinuó el fichaje de Crespo, Batistuta o Vieri.

Marcelo Salas late su despedida de la Lazio. Es más, todo indica que al chileno no le quedan más que dos jornadas en Roma, las mismas en que la Lazio debe enfrentar al Bologna y al Reggina. Los días de gloria, cuando el "Matador" llenó de banderas chilenas el Olímpico de Roma, parecen haberse escabullido. Aunque los niños siguen asistiendo al estadio con la camiseta 9, la situación del ariete es cada vez más deteriorada.

Los gestos del jugador en el campo lo evidencian. Hay desesperación no sólo en su rostro, sino también en la forma con que busca resolver las jugadas. El apresuramiento con que quiere terminar las opciones ha hecho que Salas haya marcado nada más que cuatro goles durante todo el 2000.

Lo peor es que Salas se siente cada vez más ajeno al título que está disputando su equipo. Aunque ha marcado once goles en todo el torneo, el chileno no se siente partícipe de ese eventual logro. El hecho de ser suplente y los insistentes rumores de su partida, no hacen más que alejarlo de tal objetivo. Nadie puede estar tranquilo, cuando el mismo hijo del presidente de la Lazio, Massimo Cragnotti dice que "para la próxima temporada, nuestra idea es traer a Crespo, Batistuta o el mismo Vieri".

En todos los paquetes de venta y de eventuales trueques, el nombre de Marcelo Salas sigue apareciendo con fuerza. En Parma, lo relacionan con Crespo. En Milán, con Vieri. Y hasta en la Juve, su nombre ha sido asociado con Filipo Inzagui, hermano de Simone. No hay duda, que el incidente que tuvo el ex futbolista de la "U" con el técnico lo está pagando muy caro. Desde los insultos que el chileno propinó a Eriksson,luego de ser reemplazado ante el Chelsea, su romance ha sido sólo con la suplencia. Para colmo, el año pasado, cuando quedaba en la banca, los tiffozzi exigían su presencia en el campo. Y ahora, no hay ni una sola reprobación.

Todo esto coincide con la dramática resolución del torneo italiano que tiene a la Lazio en una cerrada lucha por el scudetto. A falta de dos fechas para el final, los romanos están a dos puntos del líder, la Juve, con la ventaja de que su calendario parece bastante más abordable que el de los turineses. La próxima fecha, la Lazio va a Bologna, en un partido complicado, pero que el año pasado, los celestes hicieron suyo por la cuenta mínima. La Juve, en cambio, recibe a Parma, un rival siempre batallador y que ya la temporada pasada venció en Turín por 4-2.

En la última fecha, la Lazio es local ante Reggina, que ya no se juega nada, mientras que la Juve debe ir a Perugia. Seguramente, la presencia de Salas en los partidos de la Lazio servirá para comenzar su despedida, que no por anunciada será menos dolorosa. El panorama, para él, en todo caso no es tan negativo, pues los equipos interesados por él son cuadros de pretensión, en algunos casos, de mayor popularidad y poderío que el propio equipo lacial.


(Fuente: Revista Futbol Italiano)