Ni planeado hubiese resultado mejor el final de película para el superclásico de ayer y que tuvo de todo, un penal perdido, una par de jugadas de gol que quedaron atragantadas en la garganta de los hinchas y dos goles en el epílogo. Al menos por fútbol nadie pudo irse descontento desde Macul.Eso sí, a simple vista a los hinchas colocolinos les quedó un sabor más amargo, no sólo por resignar el triunfo en el último minuto del partido, sino porque además su club tuvo la chance del penal desperdiciado por Gonzalo Fierro a los 77 minutos, pero ni así pudo quedarse con el triunfo.
En el espectacular marco que daba el remodelado estadio Monumental, el sol primaveral y cerca de 40 mil espectadores en las tribunas fueron testigos de un partido atractivo en cuanto al buen ritmo de juego y a las ocasiones que hubo en ambos pórticos.
Con una paridad de fuerzas como hace rato no se veía en uno de estos duelos, ambas escuadras propusieron un encuentro sin ataduras tácticas ni consideraciones defensivas desmedidas y una propuesta ofensiva clara.
Inauguró la cuenta Universidad de Chile en la mitad del primer tiempo gracias a una jugada con exclusivo mérito de Sebastián Pinto, a la postre el más determinante jugador de los estudiantiles.
El hijo del periodista Carlos Pinto tomó el balón por la franja izquierda y enfiló hacia el medio del campo albo ante la pasividad de Luis Mena, quien nada pudo hacer cuando el ariete azul gatilló y batió la débil la resistencia del meta argentino Cristián Muñoz (el tiro pasó por el lado de su mano).
Sorprendido y herido en un duelo equilibrado hasta ese momento, el local buscó la paridad que se le dio sólo después del discutible penal de Cristóbal López sobre Gustavo Biscayzacú (presumiblemente la falta fue fuera del área) y que transformó en gol Gonzalo Fierro.
Motivados, tras el descanso los albos sentaron supremacía territorial y en el recuento de llegadas, pero sin que finalmente lograran vulnerar la resistencia de Miguel Pinto.
Con Giovanni Hernández como émbolo creativo y muchas descargas por los flancos, especialmente el izquierdo, el cacique logró incomodar a la retaguardia rival.
Pero poco a poco la "U" fue saliendo de sus apreturas y hasta pudo adelantarse en el marcador, especialmente a través de Pinto y de Marcelo Salas. El primero con un cabezazo a quemarropa que sacó el trasandino Muñoz a los 66 y el "Matador" con un afortunado rebote que Mena detuvo cuando la pelota iba rumbo al gol a los 75 .
Cuando empezaban a negociar el empate, una entrada del "Grillito" Biscayzacú terminó con una mano de Ponce y penal pitado por Chandía. Sin embargo esta vez Fierro lo envió al palo perdiendo la oportunidad más clara del 2-1 durante el segundo tiempo.
Pero habría más, porque a cinco del final, un centro de Rodolfo Moya desde la izquierda fue conectado por Miguel Riffo, quien desató la celebración en Macul por una victoria inminente. Eso porque nadie contaba que luego de un centro aparentemente inofensivo, saliera el empate definitivo por cuenta de Sebastian Pinto, quien con cabezazo puso el empate cuando partían los descuentos.
Por eso quedaron más contentos los visitantes, porque salvaron un punto que parecía perdido y que les permite seguir soñando con la clasificación a Copa Libertadores como Chile 3 (ganando la fase regular del Clausura), pues se mantienen a cuatro puntos del líder Audax Italiano.
Para Colo Colo en cambio la frustración pasa más por lo emotivo, porque ya clasificados al torneo continental, perder algunos puntos no lo perjudica mayormente.
(Fuente: La Nación)
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