jueves, 18 de octubre de 2007

¡CHILE ES PAPA MONO DE PERU!

La ecuación es fácil. Si las entradas más carozzis de Sudamérica se agotaron al toque, fue porque el jaguar anoche quería ver un debut sólido, casi asesino, de la Roja en su reducto. Acaso, porque Harold vendió eso de que con Bielsa seríamos una máquina de moler carne.El telón bajó con un 2-0 esperanzador, pero ¿se fue todo el mundo creyendo de que hay que empezar a endeudarse para sacar los pasajes a Sudáfrica? Tal vez sí o tal vez no, pero si Arturo Vidal logra contagiar algo de esa mezcla explosiva de cancherismo, choreza y mucho, pero mucho talento, el engrupimiento será más fácil.

UNA BELLEZA
La gente pedía más y "Celia Punk", quizá porque en el barrio la garra se exige sin un por favor, recuperó la pelota en el área nacional. Y corrió 40 metros, miró al Mati, le movió el ojo igual que a la Rancherita, se mandó una pared y luego puso un pase de cucharita soñada que Fernández acabó en un gol para el marco.

Antes de eso y para variar la Roja había transitado por los dos lados de la fuerza. El feliz, cuando Chupete encajó un cabezazo mañanero que auguraba una noche de aquellas. Y el corneta, cuando Perú se nos vino encima y si no hubiera sido por Bravo, que le sacó un gol hecho a Farfán, tal vez habrían cundido las puñaladas.

Por eso que lo de Vidal fue consagratorio. Ya en Argentina, cuando cerró la boquita, había sido el más regular, y anoche les recordó a los compañeros que cuando se la creen pueden ser secos. Pero no como los "roboc" que quiere Bielsa, sino con la chispa que no se enseña en repeticiones automáticas.

Porque justamente la gracia está en salirse del libreto y el "Celia" lo hizo para darle aún más solidez a la zaga, pero también para llenar de talento el mediocampo, que lamentablemente parece que no contará con el pobre "Piña".

¿Algo más? Sí. Chile cumplió la primera pega, pero como el propio Loco avisó, la gracia está lejos de ser memorable. Perú es Perú, el mejor ejemplo del ratón que por algo no lleva ni un gol en estas clasificatorias, y otro gallo cantará cuando se nos vengan los perros grandes. Paraguay, la próxima visita en Ñuñoa, seguro que nos clava y no nos sacamos más el gol.

Así que ojalá para esa fecha tengamos once Vidal. Once choros, cancheros y, sobre todo, talentosos.

VAMOS SUBIENDO LA NOTA, CABRITOS
Claudio Bravo, 6,5: Para qué estamos con cosas. Luego de trabajarlas de estatua con Riquelme, medio Chile lo pedía de arquero símbolo para comprarle manos. Pero bacanes son los que se levantan y Bravo se paró. Tanto que le sacó el empate a Farfán, que habría cambiado la historia.

Miguel Riffo, 5,8: Sí, está bien. Usted dirá que uno es muy exigente con el colocolino que barriéndose habrá despejado diez pelotas. Pero la "Foquita" Farfán se lo llevó toda la noche y eso que el chocolatín jugó cojo más de medio partido. Miguelito es un frontón, pero se nos anduvo cansando.

Waldo Ponce, 5,5: Cuando se nos creyó demasiado crack, el "Pokemón" de la Roja entró a bajar el rating. De hecho, se cayó dos veces en cruces claves, que si no acabaron en la red fue porque los peruanos no le hacen un gol ni a Luli. Tal vez la culpa era de los zapatos, pero él los elige, poh.

Arturo Vidal, 6,9: Sólo porque el hombre es gozador, le bajamos una décima para ponerle el número que más le gusta. Y aunque no hizo ninguno, "Celia" fue lo mejor en casa al igual que en Argentina. Vidal es el barrio que nos hacía falta, picardía, choreza, huevos, talento. Y más encima seco con las minas.

Gonzalo Fierro, 5,5: Era pelúa la cosa para el fiambre. Porque Fierro fue un zombie luego que Bielsa lo mató al sacarlo a la media hora en Baires. Pero el Chalito le ganó el reto al destino. Y aunque quizá no subió como en el Colo, sí se afirmó atrás y demostró que se merecía la segunda chance.

Manuel Iturra, 6,0: Ta' madre que sería completo el Colocho si no lo traicionaran las chiripiolcas. Otra vez fue un "roboc" que se comió la cancha, pero se ganó una amarilla por choro al ope como si Salas no se pudiera defender solo. Además se creyó Sanhueza dando pases largos, pero al rival.

Hugo Droguett, 5,0: Capaz que la culpa sea de Bielsa que le dijo que abusara de las diagonales. Pero el sound debería haberse escurrido que era mejor aprovechar la banda para probar centrando, que es lejos su mejor faceta. Igual lo choro se le agradece y por ahí también tuvo su casi gol.

Matías Fernández, 6,0: El Mati que se nos fue del Colo aún no aparece, pero al menos nos regaló algunos chispazos del crack que era. Como en el gol, que lo definió al nivel del pase lujoso de Vidal. Pero ojo que tuvo 4 tiros libres y sólo uno tuvo danger. En eso debe mucho aún. Vuelve Mati, plis.

Humberto Suazo, 6,5: Al principio le faltó puro ponerse los guantes. Algo le dio Bielsa a Chupete que partió haciéndolas todas. De win, recuperando y en el gol, incluso, cabeceando, que como él dice es lo que más le cuesta. Pero fue casi redondo a no ser por las típicas pelotas que se come. Golosín.

Marcelo Salas, 6,0: No fue su mejor noche. Ni siquiera a la altura de lo que ha mostrado en el Clausura. Pero si el estadio lo ovacionó cuando lo sacaron es porque el Matador juega a lo viejo crack, siempre peligroso, lleno de danger. Y sólo por esa chapa que asusta ayer mató a los peruanos.

Mark González, 4,5: Ay que tener paciencia con Mark, pero también saber que se va a agotar. Tal vez ser puntero no le gusta, pero debería decírselo al profe. Porque arriba no gana una y se nos pierde en la marca. Entonces el "Chico" sigue desentonando en un ataque cojo por la ñurda.

Sin rating: Más que nunca se notó que los cambios sólo los hizo para hacer tiempo. El primero en entrar fue Rubio, a los 83', y el Pajarito parece que entró frío porque no aguantó ni una pelota. A los 87' Jiménez ingresó igual que en Jamaica para que el reloj hiciera lo suyo, de hecho lo poco que mojó la camiseta fue como ¿nueve? Inentendible. Y Chupalla Fuentes sólo la tocó dos veces. Ni siquiera se puede evaluar.




(Fuente: Diario La Cuarta)

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