viernes, 7 de noviembre de 2003

RIVER NO QUIERE QUE SALAS JUEGUE HASTA 2004

La nueva lesión sufrida por Marcelo Salas el sábado último, una contractura en el gemelo de su pierna derecha, gatilló una guerra a muerte entre el cuerpo médico de River Plate y la Selección de Juvenal Olmos.

Sin dar una versión oficial sobre el tema, en River se confirmó que el futbolista deberá estar al menos otras tres semanas fuera de competencia y, como el torneo local finaliza el 14 de diciembre, creen que lo mejor será no obligarlo a jugar hasta el próximo año.

Este es sólo el primer golpe en una batalla que recién comienza, porque hoy viajará a Buenos Aires el médico de la Roja, Fernando Radice, quien mañana se reunirá con sus pares de River para certificar el estado del Matador y los plazos de su recuperación. Más allá de los trascendidos, Olmos quiere saber de Salas a través de sus propios asistentes y aún espera tenerlo al menos como alternativa para el duelo contra Paraguay, el próximo 18 de noviembre.

El cuerpo médico encabezado por el doctor Luis Seveso mantiene cierto resentimiento por la desconfianza que han mostrado sus colegas chilenos al pedir informes diarios sobre la evolución de cada una de las lesiones sufridas por el jugador. También existe molestia con Salas, por sus permanentes viajes a Chile y el tratamiento alterno que ha seguido en nuestro país.

La última lesión, al gemelo de la pierna derecha, llevó al límite el enfrentamiento. Salas informó el sábado que sufrió un tirón y el doctor Seveso de inmediato lo bajó del viaje por la Copa Sudamericana a Paraguay, donde se suponía que podría jugar algunos minutos antes de hacer un mayor esfuerzo contra Boca, este domingo.

Seveso, así como los dirigentes de River Plate, esperaba que la noticia no se hiciera pública. Salas fue quien informó a alguien de la Roja y ahí se produjo la filtración. Ayer el Matador, consultado por la prensa argentina sobre lo que ya era un secreto a voces, no hizo más que confirmar el rumor y con una sonrisa nerviosa sostuvo que "esto no va a retrasar los plazos de recuperación".

En River la orden es clara: a Salas no lo arriesgarán, aunque es obvio que Chile tratará de hacer valer sus derechos. "Creemos que la lesión significará al menos tres semanas de para, y como entonces quedarán sólo dos fechas del campeonato, no vale la pena hacerlo jugar", comentó ayer uno de los médicos de River que prefiere guardar su nombre para evitar polémicas mayores, situación que a Olmos no le importará demasiado porque tampoco está dispuesto a aceptar que le impongan una versión sesgada y, en último caso, igual citaría a Salas para someterlo a tratamiento en las instalaciones de Pinto Durán.

Las molestias de River Plate tienen otra causa, que redondea el problema: desde que llegó al club, hace cinco meses, no han recibido ni un solo llamado desde Juventus, el club dueño de su pase. "Salas es un jugador que para Juventus vale diez millones de dólares y que debe volver en julio a Italia, pero ni siquiera se han preocupado por su estado". La queja, de boca de uno de los doctores de la banda sangre, revela la salud del Matador es un tema que se encuentra en tierra de nadie.





(Fuente: Lun)

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