El día después de un mal trago es igual para todos los seres humanoides y el alma despierta con el amargo hachazo que nos hace jurar "nunca más, lo juro... ay, mi guatita".Ese era el ambiente que se respiraba ayer en el Caracol Azul, en donde el plantel bullanguero realizó una práctica que más que reponer el corpacho tras la derrota ante el Colo, sirvió para recuperar la moral y prepararse anímicamente para el partido de vuelta el domingo.
La pega está peluda, el Chuncho debe ganar por 2-0 para forzar un alargue y luego los penales. Ah, y no debe recibir ni uno en su valla o ahí sí que se pone brava la cuestión.
El técnico azul, Arturo Salah, reconoció sin tapujos que el camarín amaneció con desodorante ambiental fragancia a gladiolo.
"Triste, como debe ser. Pero la sesión de hoy fue para sacudirse el contraste y así poder revertir el resultado el domingo", expresó don Elmer.
El profe insistió en los conceptos que emitió inmediatamente tras la pichanga en el Monumental: "En este partido el rival estuvo mejor, pesó su oficio, pero nuestro equipo tiene talento", dijo el estratego.
Consultado si había notado que los cabros jugaron con la sanguchera abierta o si no pusieron ovoides, Salah respondió que el desempeño de los azules "fue malo, pero no hubo falta de entrega, hubo algo en el funcionamiento colectivo que también pasó por los méritos del rival" y negó que la displicencia se hubiera apropiado de los jugadores.
Miguel Pinto, que en talla insistió que la pepa de Rubio fue el rajuelazo del año, fue optimista sobre el futuro. "Quedan 90' y nadie sabe qué va a pasar, así que harta fe nomás", fue la arenga del portero azul.
En tanto, el doc Alejandro Orizola confirmó que Marcelo Salas fue intervenido quirúrgicamente a su rodilla derecha el jueves, apenas terminó el partido. El galeno indicó que en unas 8 semanas el Matador volverá a estar diez puntos, luego de una entroscopia para afinarle los meniscos que lo tenían con la bisagra malena.
(Fuente: La Cuarta)
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