martes, 28 de agosto de 2007

EL NACIMIENTO DEL "MATADOR" ....

JOSE MARCELO SALAS MELINAO


Nombre completo: José Marcelo Salas Melinao
Apodo: Matador, El Shileno.
Fecha de nacimiento: 24 de diciembre de 1974
Lugar de nacimiento: Temuco, Chile
Club actual: Universidad de Chile
Posición: Delantero
Altura: 1.74 metros
Año del debut: 1993
Club del debut: Universidad de Chile









Es uno de los mas grandes jugadores latinoamericanos de la ultima década, y el mas grande jugador chileno de todos los tiempos solo comparable con Leonel Sánchez o Elías Figueroa.

Goleador histórico de la selección chilena, líder natural y representante de toda la fuerza y entrega de la sangre araucana. Es el mas grande ídolo de la parcialidad azul por la entrega liderazgo y buen juego mostrado en la década de los 90 y en su regreso en los años 2005 y actualmente en el torneo de clausura del Campeonato Nacional 2007. Siempre a llevado con orgullo el chuncho en el corazón y pese que muchos medios Argentinos han querido mostrar como su gran amor la camiseta de la franja, es sabido que el equipo de sus amores siempre a sido y será Universidad de Chile.

Jugo profesionalmente en Chile (Universidad de Chile), Argentina (River Plate), Italia (Lazio y Juventus), siendo con todas las camisetas campeón y quedando en el corazón de todos los hinchas de los equipos en los cuales milito por su gran coraje y olfato goleador.


TRAYECTORIA

Cuando era pequeño, su madre Alicia Melinao siempre lo llevaba a ver jugar a su padre, así en las canchas de barrio de la sureña ciudad de Temuco, comenzaba el sueño de Marcelo Salas: convertirse en un gran futbolista. Sus inicios, no están marcados, ni por la gloria ni por la fama de hoy, pero el camino de sinsabores que ha tenido que recorrer este joven futbolista, son una muestra de que todo en la vida se puede lograr, sólo hay que tener la intención, muchas ganas y quizás también un poquito de suerte. Marcelo, comenzó su carrera siendo "pasapelotas" del Club Santos de Temuco, pero la agudeza de la mirada de este jugador, lo llevaron al poco tiempo a convertirse en goleador del mismo equipo en la categoría juvenil.

Eran los años en que se había propuesto llegar a Santiago y ser titular de uno de los grandes clubes del balompié chileno. Su padre, hincha número uno, y convencido de que Marcelo, era uno de los grandes, comenzó con las gestiones, muchas veces infructuosas, que permitieran demostrar el talento de su hijo. Varias fueron las puertas que tocaron -entre ellas la de Colo-Colo- pero nadie quería apostar por un desconocido, no sabían "la cartita" que se estaban perdiendo. En 1991, Marcelo y su padre viajaron a probar suerte a la capital. El equipo de Universidad de Chile era el elegido. Después de diez minutos de juego con la reserva le otorgaron la titularidad y comenzaron los llamados a Temuco para pedir el pase.

En el año 1992 la carrera de Marcelo recién comenzaba, fue traspasado a Universidad de Chile por la módica suma de 66 mil 856 pesos y en 8 días pasó a formar parte de la selección Sub-17. Su sueldo entones bordeaba los 50 mil pesos. Fueron días difíciles para Marcelo, tuvo que dejar atrás la tranquilidad del sur e internarse en la selva de Santiago; dejar la casa paterna y pasar a ser huésped donde unos primos santiaguinos. "Estuve dos o tres años sin salir para ningún lado y pasaba metido en la casa, no conocía a nadie". No se demoró mucho en llegar a la categoría adultos. En su debut con la casaquilla azul el 2 de enero de 1994 en Calama, frente a Cobreloa, marcó su primera anotación a los 41 minutos del primer tiempo, así empezó la historia goleadora de este ídolo nacional.


Pronto llegaron los goles, y la afición universitaria le dio el apodo de "El Matador" por su sangre fría a la hora de definir; su forma de celebrar con una rodilla en el suelo y su dedo apuntando el cielo; justo en ese momento era furor el tema "Matador" del grupo Los Fabulosos Cadillacs y en programas como Zoom Deportivo empezaron a dar sus goles con esa canción de fondo hasta que se hizo costumbre, nació el Matador chileno rompe redes.


A esta altura dejó de ser el tímido provinciano que viajaba a la capital en busca de oportunidades. La capital lo obligó a cuidarse, sobre todo de la prensa, dejó de ser un chico alegre e ingenuo. El cuadro azul logró dos títulos del campeonato chileno (1994 y 1995) así mato una maldición de 25 años sin consagrarse campeones, en se momento no hubo ninguna duda que este muchacho serio pero con gran olfato goleador, técnica y velocidad, iba a cambiar las estrellas al decaído fútbol nacional de ese momento. El Matador empezó a brillar con luces propias llamando la atención su calidad goleadora en solo tres años jugo 110 partidos y marco 74 goles, en todas las competiciones.


Pero como se ha hecho costumbre, todo lo que es bueno es material de exportación los clubes extranjeros empezaron a fijar la mirada en el "Matador"; mexicanos, españoles, y más tarde los argentinos no dejaron de gritar las ofertas para tener a Marcelo entre sus filas. Boca Juniors en una malograda incorporación y poco olfato del DT Carlos Salvador Bilardo quien dijo "nunca jamás desde que el fútbol es fútbol un chileno a triunfado en Argentina" por ello no acepto al Matador para vestir la camiseta boquéense, pocos meses después el empresario argentino Gustavo Mascardi, compró a Salas en 2 millones 800 mil dólares, más o menos mil 200 millones de pesos, y en poco días lo transfirió a River Plate por tres millones y medio de dólares, una cifra inédita por un delantero nacional.


Al poco tiempo, los buenos pases y, por supuesto los goles, Marcelo Salas-quien firmó contrato por tres años con el equipo bonaerense- lo situaron en el lugar de honor. Pero nada fue gratis. Tuvo que dejar su país para lograr el triunfo. Aunque le advirtieron lo difícil que podía ser. El se arriesgó. Desde su debut en las canchas trasandinas, el 15 de septiembre de 1996, la prensa de ese país le ha dedicado portadas y artículos que no dejan de elogiarlo y la hinchada le ha demostrado su cariño mediante el canto a todo pulmón de "shileno... shileno". El, agradece con goles y con la clásica hincada con el índice apuntando al cielo, como dando gracias a Dios. "Sé que habrá momentos más difíciles, porque el fútbol es así. Pero la alegría de ahora no es comparable a otra cosa. Es mucho lo que significa para mí y para mi familia". Logró dos campeonatos argentinos (Apertura 1996 y Clausura 1997), más la Supercopa Sudamericana, el mismo año 1997. Además, fue elegido como el Mejor Jugador de América.

En los últimos meses, los teléfonos de River Plate no han parado de sonar. Importantes clubes del viejo continente quiere a Marcelo Salas y lo quieren ya, no importa cuánto cueste. El señaló una vez: "Desde que empecé a jugar al fútbol, yo siempre tuve en mi cabeza ir a Europa, nunca había pensado antes pasar por el fútbol argentino. Por eso cuando se dio la oportunidad la tomé como un desafío. Tenía mucha confianza. Y espero triunfar antes de cumplir con ese sueño. Ya triunfó pero Salas jugara en River Plate hasta antes del mundial de Francia, ya que fue transferido al Lazio de Italia el 31 de enero en unas de las operaciones más costosas de fútbol mundial, que involucra algo así como 17.5 millones de dólares y dejará desde julio al Matador con el segundo sueldo de Italia (el primero es el de Ronaldo). Vivirá en una casa cuyo alquiler mensual asciende a 15 mil dólares; así como un auto valuado en 80 mil dólares. Mascardi recibirá unos tres millones de dólares de Salas, 15 por ciento de los ingresos. Lazio desembolsa al fisco italiano unos 17 millones de dólares en impuesto. Y eso que no se cuenta un seguro de accidente hasta junio por otros 12 millones 500 mil. Es mucho el dinero que recibiría Salas y hay que pensar que Marcelo sólo tenia 24 años.


Los éxitos en el fútbol italiano volvieron a la Lazio de parte del Matador, con dos Supercopas italianas (1998 y 2000); 1 Liga italiana (2000); 1 Recopa de Europa (1999) y una Supercopa de Europa, lograda el mismo año 1999, con un gol suyo ante el poderoso Manchester United de David Beckham y compañia.


En 2001 firmó por la Juventus, tras pagar 25 millones de euros por el chileno. Sin embargo, su estancia en Turín se truncó debido a una rotura de ligamentos en una de sus rodillas, con lo que limitó su cantidad de partidos en el cuadro de la Vecchia Signora. Aun así, ganó de nuevo la Liga italiana, en 2002 y 2003.

Regresó a Argentina, y al River Plate, y ayudó al equipo a llegar a la final de la Copa Sudamericana, en 2004, que la perdió. Aunque logró de nuevo el Clausura argentino.

Sin embargo, en 2005, volvió al club de sus amores, la Universidad de Chile. Logró llegar a la instancia final de un campeonato nacional, pero no pudo ganar el trofeo, perdiéndola ante: Universidad Católica y Colo-Colo.

Para las estadísticas, Salas ha ganado un título nacional, en las tres ligas donde ha jugado, siendo el único, hasta ahora en lograrlo.













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