“No juego más hasta que esté completamente recuperado”, dijo el futbolista a su regreso a Buenos Aires. El atacante se lesionó el 31 de agosto y lo más probable es que recién vuelva a las canchas a fin de mes.
La decisión ya está tomada. La anunció ayer el propio Marcelo Salas después de su primera práctica en River Plate: “No juego más hasta que esté completamente recuperado. No puedo seguir arriesgándome y jugar un partido para perderme dos o tres. Ya he pagado un precio muy alto por todo el tiempo que llevo inactivo. Lo mejor que puedo hacer ahora es parar un buen tiempo hasta que no queden huellas de la lesión. Es lo mejor para mí, para el club y para todos”, comentó el Matador, de sorprendente buen humor, pese a que un desgarro de seis milímetros lo dejará fuera de combate, al menos hasta el último fin de semana de septiembre.
Salas sabe que la recuperación ha sido más lenta de lo previsto y que su ausencia en el reparto de River pone nerviosos a los hinchas. Claro, todos sueñan con tener de vuelta al “shileeeno” que deslumbró en su primera pasada por el cuadro de Núñez, pero pocos se han dado cuenta que, como dijo el doctor Luis Seveso, “Salas ya no es un jugador cero kilómetro”.
La lesión persiste, pese a que Salas no juega desde el 31 de agosto, cuando salió lesionado en el duelo que River empató 0 a 0 con Banfield. A tanto llega el nivel de preocupación en el equipo de Manuel Pellegrini, que incluso analizan la posibilidad de que Salas no viaje a España para enfrentar a Real Madrid en un partido amistoso previsto para el martes 23 de este mes. “Veremos qué dice el contrato, pero si no está en óptimas condiciones, se queda acá”, aseguran los dirigentes riverplatenses.
Pero más allá de la pierna herida, el Matador luce su mejor rostro. Ayer se quedó casi media hora charlando con los reporteros que llegaron al predio de Ezeiza. El Ingeniero lo miraba y no lo podía creer: “Este es otro Salas, eh. Antes, hablaba cuatro palabras y se iba. Se nota que está bien de ánimo, que le hizo bien venirse a Argentina y que se siente muy cómodo en River”.
El propio Salas tiene más datos que aportar para justificar tanta alegría. Viene de su Selección y aunque no jugó, se siente partícipe de los cuatro puntos cosechados en dos fechas. “Es el puntaje ideal para Chile”, esbozó.
-Marcelo, van dos partidos, el ideal es de seis puntos.
-No, no, para Chile, el ideal era empatar con Argentina y lo logró. Después le ganó a Perú y ahí estamos, con cuatro puntos. Es un buen punto de partida en las eliminatorias. Además siento que se armó un buen grupo, que estamos muy unidos y eso te da fuerzas para luchar.
-¿Qué te parece Mauricio Pinilla?
-Me comprometes con esa pregunta. La otra vez hablé en términos individuales y quedé como el capo del equipo y soy apenas uno más. Ahora prefiero no hablar de alguien en específico. Lo único que puedo decir es que la actitud de los muchachos me encantó. De verdad, fue increíble y me siento orgulloso de estar en esta Selección.
Un respiro en Buenos Aires
La suspensión del fútbol argentino le vino como anillo al dedo no sólo a Marcelo Salas (ver nota central), sino que también a Rodrigo Meléndez, que volvió lesionado desde la Seleción (tobillo izquierdo).
Otros, como Rafael Olarra y Patricio Ormazábal, no tendrán mucho tiempo de descanso puesto que a mitad de semana deberán participar con sus clubes de la Copa Sudamericana. El Flaco Olarra tendrá que enfrentar a River Plate el próximo miércoles en el partido de ida de la segunda fase, mientras que el volante de San Lorenzo viajará hasta Bolivia a jugar contra The Strongest.
El más damnificado con esta suspensión fue Milovan Mirosevic. Como Racing no participa de la Copa Sudamericana, el volante no tiene claro todavía cuándo volverá a jugar. “Se habla incluso de que la próxima semana tampoco se juega, así que nos tendremos que conformar con jugar amistosos sin público”, comentó el Milo, que no tiene definido si viene a Chile algunos días: “Ojalá encuentre pasajes. Pero recién me podría ir mañana (hoy) en la tarde”.
La decisión ya está tomada. La anunció ayer el propio Marcelo Salas después de su primera práctica en River Plate: “No juego más hasta que esté completamente recuperado. No puedo seguir arriesgándome y jugar un partido para perderme dos o tres. Ya he pagado un precio muy alto por todo el tiempo que llevo inactivo. Lo mejor que puedo hacer ahora es parar un buen tiempo hasta que no queden huellas de la lesión. Es lo mejor para mí, para el club y para todos”, comentó el Matador, de sorprendente buen humor, pese a que un desgarro de seis milímetros lo dejará fuera de combate, al menos hasta el último fin de semana de septiembre.
Salas sabe que la recuperación ha sido más lenta de lo previsto y que su ausencia en el reparto de River pone nerviosos a los hinchas. Claro, todos sueñan con tener de vuelta al “shileeeno” que deslumbró en su primera pasada por el cuadro de Núñez, pero pocos se han dado cuenta que, como dijo el doctor Luis Seveso, “Salas ya no es un jugador cero kilómetro”.
La lesión persiste, pese a que Salas no juega desde el 31 de agosto, cuando salió lesionado en el duelo que River empató 0 a 0 con Banfield. A tanto llega el nivel de preocupación en el equipo de Manuel Pellegrini, que incluso analizan la posibilidad de que Salas no viaje a España para enfrentar a Real Madrid en un partido amistoso previsto para el martes 23 de este mes. “Veremos qué dice el contrato, pero si no está en óptimas condiciones, se queda acá”, aseguran los dirigentes riverplatenses.
Pero más allá de la pierna herida, el Matador luce su mejor rostro. Ayer se quedó casi media hora charlando con los reporteros que llegaron al predio de Ezeiza. El Ingeniero lo miraba y no lo podía creer: “Este es otro Salas, eh. Antes, hablaba cuatro palabras y se iba. Se nota que está bien de ánimo, que le hizo bien venirse a Argentina y que se siente muy cómodo en River”.
El propio Salas tiene más datos que aportar para justificar tanta alegría. Viene de su Selección y aunque no jugó, se siente partícipe de los cuatro puntos cosechados en dos fechas. “Es el puntaje ideal para Chile”, esbozó.
-Marcelo, van dos partidos, el ideal es de seis puntos.
-No, no, para Chile, el ideal era empatar con Argentina y lo logró. Después le ganó a Perú y ahí estamos, con cuatro puntos. Es un buen punto de partida en las eliminatorias. Además siento que se armó un buen grupo, que estamos muy unidos y eso te da fuerzas para luchar.
-¿Qué te parece Mauricio Pinilla?
-Me comprometes con esa pregunta. La otra vez hablé en términos individuales y quedé como el capo del equipo y soy apenas uno más. Ahora prefiero no hablar de alguien en específico. Lo único que puedo decir es que la actitud de los muchachos me encantó. De verdad, fue increíble y me siento orgulloso de estar en esta Selección.
Un respiro en Buenos Aires
La suspensión del fútbol argentino le vino como anillo al dedo no sólo a Marcelo Salas (ver nota central), sino que también a Rodrigo Meléndez, que volvió lesionado desde la Seleción (tobillo izquierdo).
Otros, como Rafael Olarra y Patricio Ormazábal, no tendrán mucho tiempo de descanso puesto que a mitad de semana deberán participar con sus clubes de la Copa Sudamericana. El Flaco Olarra tendrá que enfrentar a River Plate el próximo miércoles en el partido de ida de la segunda fase, mientras que el volante de San Lorenzo viajará hasta Bolivia a jugar contra The Strongest.
El más damnificado con esta suspensión fue Milovan Mirosevic. Como Racing no participa de la Copa Sudamericana, el volante no tiene claro todavía cuándo volverá a jugar. “Se habla incluso de que la próxima semana tampoco se juega, así que nos tendremos que conformar con jugar amistosos sin público”, comentó el Milo, que no tiene definido si viene a Chile algunos días: “Ojalá encuentre pasajes. Pero recién me podría ir mañana (hoy) en la tarde”.
(Fuente: Lun)
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